En el marco de la visita del profesor Ph.D. Douglas Doohan de The Ohio State University, y como una forma de conmemorar el Mes de la Sustentabilidad, nuestra facultad dio inicio a una serie de conversatorios, para abordar diferentes aristas relacionadas con la sustentabilidad. El objetivo de estas charlas es facilitar el dialogo de asuntos vinculados con el tema; pero por sobre todo, busca convertirse en una vitrina para exponer el trabajo realizado por diferentes actores que están vinculados con la sustentabilidad de los Sistemas Agrícolas y Forestales.
En esta oportunidad, se tuvo la posibilidad de visibilizar como las universidades norteamericanas se han visto forzadas en modificar su modo de trabajo y así lograr un mayor acercamiento con los productores orgánicos. Esto, en respuesta a los nuevos desafíos que los agricultores están enfrentando cada temporada a causa del cambio climático; a las constantes demandas de un mercado que sigue en expansión y que a la vez aumenta sus exigencias; entre otras.
Así, este significativo crecimiento del mercado orgánico a nivel mundial, ha hecho necesario un cambio de las prácticas agrícolas utilizadas en el rubro. Estudios indican que, por lo general, estas se basan principalmente en el conocimiento adquirido mediante el "aprender haciendo" y se perpetúan en el tiempo según "prueba y error". Asimismo, estas prácticas también se caracterizan por carecer de un respaldo científico sólido, con académicos expertos dispuestos a avalar este tipo de prácticas. Todos estos motivos, han contribuido en la implementación sistemática de prácticas agrícolas inapropiadas en sistemas agrícolas orgánicos, con efectos detrimentales en los ecosistemas circundantes.
El profesor Doohan, explicó como junto a grupo de trabajo ha explorado los diferentes mecanismos que existen detrás de la toma de decisiones de los agricultores orgánicos. Esto con el objetivo de mejorar la comunicación efectiva con ellos y desarrollar soluciones apropiadas, en especial vinculadas al Manejo Integrado de Malezas.
Finalmente recalcó que, el aumento de ecosistemas degradados y frágiles, requiere del esfuerzo por mejorar la relación entre las universidades y los agricultores. El trabajo colaborativo permitirá establecer relaciones de confianza a largo plazo; corroborará las bases científicas detrás de ciertas prácticas agrícolas; implementará efectivamente nuevas tecnologías adaptadas para agricultores orgánicos; permitirá mantener la viabilidad económica y ecológica de los campos y; por ende, logrará el establecimiento de sistemas alimentarios saludables, diversos, resilientes y sustentables.
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