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not tesis Luna Menares

La estudiante del Magíster en Fisiología y Producción Vegetal, Barbara Morales Vega, defendió exitosamente su Tesis denominada: “Efecto de la diversidad genética en la respuesta al estrés por temperatura de poblaciones e individuos de Mastrus ridens (Hymenoptera: Ichneumonidae)”, el día 26 de noviembre del 2021. La profesora de su Comisión fue Tania Zaviezo, como profesora Guía y Rodrigo Chorbadjian, como profesor informante.

 

 

 

not tesis Luna Menares

La estudiante del Magíster en Fisiología y Producción Vegetal, Romina Madrid Mella, defendió exitosamente su Tesis denominada: “Factores que determinan el comportamiento tribológico de mezclas de saliva artificial y vino modelo”, el día 12 de noviembre del 2021. La profesora de su Comisión fue Natalia Brossard, como profesora Guía y Edmundo Bordeu como profesor informante.

 

 

 

not tesis Luna Menares

La estudiante del Magíster en Fisiología y Producción Vegetal, Lorena Coloma Bello, defendió exitosamente su Tesis denominada: “Efecto del ácido giberélico sobre la coloración de la cáscara de Lima tahití en Jayanca, Perú”, el día 03 de noviembre del 2021. Las profesoras de su Comisión fueron Johanna Mártiz, como profesora Guía y Claudia Bonomelli, como profesora informante.

 

 

 

encuentro estudiantes

La Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) adjudicó financiamiento clave para el equipo de investigación vinculado a la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal UC. 

El nuevo Centro Nacional de Excelencia para la Industria de la Madera (CENAMAD) es uno de los dos centros basales que se adjudicó la Universidad Católica en el marco del concurso de financiamiento para centros científicos y tecnológicos de excelencia de la ANID.

Esta iniciativa será encabezada por el académico de Ingeniería UC, Pablo Guindos, quien además es director del Centro UC de Innovación en Madera, entidad que ha estado impulsando esta iniciativa. Contará, además, con la participación de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal a través de las académicas Paulina Fernández, Priscila Moraga, Claudia Bonomelli y el académico Pablo Becerra.

El proyecto postula que, para tener éxito en el desarrollo de la nueva industria de la madera que se plantea, los tres ejes (bosque, construcción, productos) deben abordarse de forma colaborativa, pues el éxito de cada eje no es enteramente viable sin asegurar el éxito de los otros dos. 

“Por ejemplo, es difícil asegurar la sostenibilidad y cuidado de los bosques de áreas no protegidas como de las plantaciones si es que no existe valor agregado en los productos que éstos generan. Por otro lado, no tiene sentido potenciar el uso de la madera en la construcción si la sostenibilidad del bosque no está asegurada ni tampoco si existen una gran cantidad de subproductos de madera que carecen de valor.  Finalmente, tampoco tiene sentido desarrollar multitud de subproductos y materiales de madera si no existe una industria potente de construcción que pueda activar fuertemente la demanda, profesionalizando el sector, ni tampoco tiene sentido tratar de producir productos que sean eco sostenibles si no podemos garantizar que los bosques que los generan, son sostenibles por sí mismos”, señalan los investigadores.

En ese sentido, y teniendo como objetivo principal generar una nueva industria nacional de la madera basada en el empleo de tecnologías de punta, nuevos productos y funcionalidades, preservando y mejorando la sostenibilidad y calidad de los bosques junto con sus territorios, las líneas de investigación de este centro se alinean alrededor de tres ejes de investigación y desarrollo. Estos son Afianzar la sostenibilidad de los bosques y velar por el aseguramiento de la calidad de la madera; desarrollar una industria de construcción con madera de punta; y generar nuevos materiales y productos.

Esta iniciativa cuenta con un financiamiento aproximado de 6.000 MM durante 5 años (noviembre 2021 a noviembre 2026), con posibilidad de extenderse por otros cinco años más, hasta el 2031.

 

 

 

 

 

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Julianna Viana en Instituto BASE: Investigación antártica con perspectiva interdisciplinaria, internacional y femenina

La investigadora y académica de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal UC forma parte del Instituto Milenio de Biodiversidad Antártica y Ecosistemas Subantárticos (BASE). El centro de excelencia científica no sólo velará por la conservación de la biodiversidad del continente blanco ante el cambio climático, sino también por la equidad de género en la formación de las próximas y próximos líderes de conocimiento en el área.

En el último año, la investigadora Julianna Viana ha sumado -por mencionar sólo algunos hitos- una publicación sobre el origen de los pingüinos en la prestigiosa revista PNAS, la adjudicación de un Fondecyt y, ahora, de un centro con financiamiento basal para centros científicos y tecnológicos de excelencia ANID.

La académica es parte del Instituto Milenio de Biodiversidad Antártica y Ecosistemas Subantárticos (BASE), adjudicado por Elie Poulin de la Universidad de Chile. Un proyecto de continuidad del Anillo “Genomics Antartic Biodiversity”, y que se centraba principalmente en la genómica, en los organismos antárticos y algo de subantárticos, enfocado en aspectos más evolutivos, sobre adaptación y diferencias poblacionales de la fauna nativa.

BASE continuará esa línea -observando efectos de los cambios climáticos pasados, efectos de la conectividad entre las poblaciones antárticas y subantárticas-, para comprender los cambios en la distribución de las especies endémicas, pero además analizará especies introducidas y su potencial de invasión a la Antártica producto del cambio climático.

Trabajarán estudiando desde microorganismos, artrópodos terrestres y peces hasta grandes vertebrados, como ballenas, pasando por los pingüinos que analiza la académica hace ya una década. “Expandimos aún más el proyecto para llegar a la aplicación de nuestros resultados para la conservación de la biodiversidad antártica y subantártica”, señaló Vianna.

A largo plazo, el Instituto podrá crear grandes bases de datos sobre caracterización, fisiología, genómica y distribución de las especies. Toda esta información permitirá aplicar los resultados a la conservación a través de investigadores que participan directamente en cumbres internacionales, como la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCAMLR), para la toma de decisiones que incorporen datos científicos y que reúne representantes de los diferentes países en relación a la conservación de la diversidad antártica. También trabajarán con el abogado Luis Valentín, experto en el estudio de ley y tratados internacionales antárticos.

Colaboraciones Internacionales

El Centro cuenta con un set de investigadoras e investigadores interdisciplinarios y de diversos orígenes. Además, sostendrán colaboraciones internacionales con muchos países, entre ellas, aquellas naciones que cuentan con territorios subantárticos para la recolección de muestras y datos.

“Es maravilloso trabajar con investigadores de distintos puntos del mundo que tienen objetivos en común, principalmente conservar el territorio antártico y subantártico, y que continúe siendo un espacio fértil para el desarrollo de la ciencia. Se aprende mucho ya que es un mundo diferente donde, en un par de pasos, entras a territorio ruso con excelente disposición para colaborar. Ahí Chile es reconocido por la buena calidad de la ciencia que hace”, destaca la académica.

En algunos países, como el Reino Unido y Noruega, existen institutos de investigación dedicados a la Antártica, mientras que otros, como Estados Unidos y Francia, ofrecen la alternativa de realizar proyectos en dicho territorio. El Instituto BASE permitirá coordinar el trabajo con estos diferentes actores, incorporando en su propio equipo profesionales chilenos, brasileños, como es el caso de Julianna, y franceses, como es el caso de Elie Poulin, su director.

 “El desafío a largo plazo es integrar todos estos datos de las diferentes disciplinas. Para ello, quereos generar modelos de distribución de especies, tanto nativas como las potenciales invasoras, uniendo todos los datos que generamos de genomas, fisiología, condiciones ambientales y distribución actual e histórica, con lo que podremos construir esos modelos que predicen qué pasará con las especies ante el cambio climático, por ejemplo, cuáles serán las más afectadas. A partir de esta evidencia, y con el conocimiento legal, podremos llevar la evidencia a las reuniones internacionales y empujar leyes que generen cambios para proteger la biodiversidad”

El rol de las mujeres en la Antártica

El 40% del equipo de BASE es conformado por mujeres, una decisión que no es casualidad. “Es muy importante porque es parte de los objetivos del proyecto construir capital humano avanzado para la ciencia antártica del futuro, y en este proyecto, las investigadoras principales, podremos compartir experiencias sobre la discriminación y dificultades que hemos vivido sólo por ser mujeres, y cómo hemos crecido pese a ellas. Desde el proyecto, trabajaremos para cambiar esto”, destaca Juliana.

Como una primera medida, el equipo de BASE contará con la participación de investigadoras de pre y postgrado que trabajaron en el Anillo y que se perfilan como las próximas líderes en su área. Por lo mismo, tienen por objetivo cambiar algunas políticas en las comisiones de selección e incorporar la equidad de género para entregar oportunidades laborales a dichas investigadoras.

Además, Julianna es la primera en abrir las puertas a estudiantes de pre, postgrado y postdoctorados para sumarse al proyecto a través de sus tesis con apoyo financiero proveniente del mismo BASE, como del Fondecyt que dirige y de un proyecto antártico con INACH.

 

 

 

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