La Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) adjudicó financiamiento clave para el equipo de investigación vinculado a la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal UC.
El nuevo Centro Nacional de Excelencia para la Industria de la Madera (CENAMAD) es uno de los dos centros basales que se adjudicó la Universidad Católica en el marco del concurso de financiamiento para centros científicos y tecnológicos de excelencia de la ANID.
Esta iniciativa será encabezada por el académico de Ingeniería UC, Pablo Guindos, quien además es director del Centro UC de Innovación en Madera, entidad que ha estado impulsando esta iniciativa. Contará, además, con la participación de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal a través de las académicas Paulina Fernández, Priscila Moraga, Claudia Bonomelli y el académico Pablo Becerra.
El proyecto postula que, para tener éxito en el desarrollo de la nueva industria de la madera que se plantea, los tres ejes (bosque, construcción, productos) deben abordarse de forma colaborativa, pues el éxito de cada eje no es enteramente viable sin asegurar el éxito de los otros dos.
“Por ejemplo, es difícil asegurar la sostenibilidad y cuidado de los bosques de áreas no protegidas como de las plantaciones si es que no existe valor agregado en los productos que éstos generan. Por otro lado, no tiene sentido potenciar el uso de la madera en la construcción si la sostenibilidad del bosque no está asegurada ni tampoco si existen una gran cantidad de subproductos de madera que carecen de valor. Finalmente, tampoco tiene sentido desarrollar multitud de subproductos y materiales de madera si no existe una industria potente de construcción que pueda activar fuertemente la demanda, profesionalizando el sector, ni tampoco tiene sentido tratar de producir productos que sean eco sostenibles si no podemos garantizar que los bosques que los generan, son sostenibles por sí mismos”, señalan los investigadores.
En ese sentido, y teniendo como objetivo principal generar una nueva industria nacional de la madera basada en el empleo de tecnologías de punta, nuevos productos y funcionalidades, preservando y mejorando la sostenibilidad y calidad de los bosques junto con sus territorios, las líneas de investigación de este centro se alinean alrededor de tres ejes de investigación y desarrollo. Estos son Afianzar la sostenibilidad de los bosques y velar por el aseguramiento de la calidad de la madera; desarrollar una industria de construcción con madera de punta; y generar nuevos materiales y productos.
Esta iniciativa cuenta con un financiamiento aproximado de 6.000 MM durante 5 años (noviembre 2021 a noviembre 2026), con posibilidad de extenderse por otros cinco años más, hasta el 2031.
Julianna Viana en Instituto BASE: Investigación antártica con perspectiva interdisciplinaria, internacional y femenina
La investigadora y académica de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal UC forma parte del Instituto Milenio de Biodiversidad Antártica y Ecosistemas Subantárticos (BASE). El centro de excelencia científica no sólo velará por la conservación de la biodiversidad del continente blanco ante el cambio climático, sino también por la equidad de género en la formación de las próximas y próximos líderes de conocimiento en el área.
En el último año, la investigadora Julianna Viana ha sumado -por mencionar sólo algunos hitos- una publicación sobre el origen de los pingüinos en la prestigiosa revista PNAS, la adjudicación de un Fondecyt y, ahora, de un centro con financiamiento basal para centros científicos y tecnológicos de excelencia ANID.
La académica es parte del Instituto Milenio de Biodiversidad Antártica y Ecosistemas Subantárticos (BASE), adjudicado por Elie Poulin de la Universidad de Chile. Un proyecto de continuidad del Anillo “Genomics Antartic Biodiversity”, y que se centraba principalmente en la genómica, en los organismos antárticos y algo de subantárticos, enfocado en aspectos más evolutivos, sobre adaptación y diferencias poblacionales de la fauna nativa.
BASE continuará esa línea -observando efectos de los cambios climáticos pasados, efectos de la conectividad entre las poblaciones antárticas y subantárticas-, para comprender los cambios en la distribución de las especies endémicas, pero además analizará especies introducidas y su potencial de invasión a la Antártica producto del cambio climático.
Trabajarán estudiando desde microorganismos, artrópodos terrestres y peces hasta grandes vertebrados, como ballenas, pasando por los pingüinos que analiza la académica hace ya una década. “Expandimos aún más el proyecto para llegar a la aplicación de nuestros resultados para la conservación de la biodiversidad antártica y subantártica”, señaló Vianna.
A largo plazo, el Instituto podrá crear grandes bases de datos sobre caracterización, fisiología, genómica y distribución de las especies. Toda esta información permitirá aplicar los resultados a la conservación a través de investigadores que participan directamente en cumbres internacionales, como la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCAMLR), para la toma de decisiones que incorporen datos científicos y que reúne representantes de los diferentes países en relación a la conservación de la diversidad antártica. También trabajarán con el abogado Luis Valentín, experto en el estudio de ley y tratados internacionales antárticos.
Colaboraciones Internacionales
El Centro cuenta con un set de investigadoras e investigadores interdisciplinarios y de diversos orígenes. Además, sostendrán colaboraciones internacionales con muchos países, entre ellas, aquellas naciones que cuentan con territorios subantárticos para la recolección de muestras y datos.
“Es maravilloso trabajar con investigadores de distintos puntos del mundo que tienen objetivos en común, principalmente conservar el territorio antártico y subantártico, y que continúe siendo un espacio fértil para el desarrollo de la ciencia. Se aprende mucho ya que es un mundo diferente donde, en un par de pasos, entras a territorio ruso con excelente disposición para colaborar. Ahí Chile es reconocido por la buena calidad de la ciencia que hace”, destaca la académica.
En algunos países, como el Reino Unido y Noruega, existen institutos de investigación dedicados a la Antártica, mientras que otros, como Estados Unidos y Francia, ofrecen la alternativa de realizar proyectos en dicho territorio. El Instituto BASE permitirá coordinar el trabajo con estos diferentes actores, incorporando en su propio equipo profesionales chilenos, brasileños, como es el caso de Julianna, y franceses, como es el caso de Elie Poulin, su director.
“El desafío a largo plazo es integrar todos estos datos de las diferentes disciplinas. Para ello, quereos generar modelos de distribución de especies, tanto nativas como las potenciales invasoras, uniendo todos los datos que generamos de genomas, fisiología, condiciones ambientales y distribución actual e histórica, con lo que podremos construir esos modelos que predicen qué pasará con las especies ante el cambio climático, por ejemplo, cuáles serán las más afectadas. A partir de esta evidencia, y con el conocimiento legal, podremos llevar la evidencia a las reuniones internacionales y empujar leyes que generen cambios para proteger la biodiversidad”
El rol de las mujeres en la Antártica
El 40% del equipo de BASE es conformado por mujeres, una decisión que no es casualidad. “Es muy importante porque es parte de los objetivos del proyecto construir capital humano avanzado para la ciencia antártica del futuro, y en este proyecto, las investigadoras principales, podremos compartir experiencias sobre la discriminación y dificultades que hemos vivido sólo por ser mujeres, y cómo hemos crecido pese a ellas. Desde el proyecto, trabajaremos para cambiar esto”, destaca Juliana.
Como una primera medida, el equipo de BASE contará con la participación de investigadoras de pre y postgrado que trabajaron en el Anillo y que se perfilan como las próximas líderes en su área. Por lo mismo, tienen por objetivo cambiar algunas políticas en las comisiones de selección e incorporar la equidad de género para entregar oportunidades laborales a dichas investigadoras.
Además, Julianna es la primera en abrir las puertas a estudiantes de pre, postgrado y postdoctorados para sumarse al proyecto a través de sus tesis con apoyo financiero proveniente del mismo BASE, como del Fondecyt que dirige y de un proyecto antártico con INACH.
Una rica diversidad de aves se puede encontrar en los campus de la UC. En San Joaquín se pueden observar chercanes, fio-fios, búhos y lechuzas. Mientras que en Villarrica hay tiuques, bandurrias, zorzales, treiles y chincoles. Deben mirarse sin alimentarlas y puedes apoyarte en algunas aplicaciones como eBird o INaturalist.
Hace unas semanas el nacimiento de unas crías de queltehue en el campus San Joaquín llenaron las redes sociales de fotos de estos pájaros. La Dirección de Sustentabilidad puso un letrero avisando que había un nido, para proteger los huevos. Del mismo modo, en esta primavera se han podido fotografiar muchas otras especies en los distintos campus de la universidad.
“El campus San Joaquín es un área verde muy valiosa dentro de la comuna, que concentra una fauna variada y diversa. Algunas de las especies que se pueden ver aquí son: el chercán, la garza chica, el fío fío, el diucón, el chuncho, la lechuza blanca, el búho, la tenca, el peuco. Este último es un ave rapaz diurna que usa como “percha” los árboles grandes que hay en el campus -quillay nativo y eucaliptus exótico- para tirarse en picada y alimentarse de conejos y roedores”, cuenta Cristián Bonacic, profesor de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal y director del laboratorio Fauna Australis que este año está cumpliendo 20 años.
En relación con los queltehues, el profesor Bonacic explica: “El año 2020 logramos recuperar la población de los queltehues en campus San Joaquín. Esto fue porque durante la pandemia casi no hubo afluencia de personas al campus y, como consecuencia, desaparecieron los perros abandonados que solían circular por aquí y comerse los huevos y crías de queltehues, pues esta ave anida en el suelo”.
“En el campus Villarrica se puede observar el tiuque, la bandurria, el zorzal, el treile y el chincol. Además, en el agua frente al edificio del Complejo Interdisciplinario para el Desarrollo Sustentable (CIDS), se ve el huala, la tagua común, el churrete patagónico, la gaviota dominicana, la gaviota de cahuil, el pato jergón chico y el pati jergón grande”, cuenta el profesor José Tomás Ibarra, del campus Villarrica.
“El año 2020 logramos recuperar la población de los queltehues en campus San Joaquín. Esto fue porque durante la pandemia casi no hubo afluencia de personas al campus y, como consecuencia, desaparecieron los perros abandonados que solían circular por aquí y comerse los huevos y crías de queltehues, pues esta ave anida en el suelo” - Cristián Bonacic, profesor de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal
¿Cómo observar a las aves?
Según recomienda el laboratorio Fauna Australis en su manual para el monitoreo de fauna silvestre en Chile, una de las características principales en el estudio y monitoreo de las aves, es la dificultad para identificar las diferentes especies en el campo. “Lo anterior se debe a diversas razones, comenzando por el mayor número de especies de este taxón, comparado a los otros vertebrados terrestres, por lo que memorizar todas las especies y sus características, tanto morfológicas como sus vocalizaciones, se convierte en un desafío”, detalla el manual.
“Además, el tamaño de los individuos dificulta el avistamiento, por lo que el uso de binoculares resulta indispensable para el monitoreo de este grupo. Con la práctica y experiencia en terreno se adquieren las habilidades para identificar las especies con precisión”, explican.
Para poder reconocer cada especie se pueden utilizar aplicaciones como eBird o INaturalist. La Red de Observadores de Aves y Vida Silvestre de Chile (ROC) recomienda la aplicación eBird, pues permite compartir sus registros, captando en una única base de datos. Es el mayor repositorio de observaciones de aves en el mundo y, en Chile, cuenta con más de un millón de registros subidos por cientos de voluntarios.Se puede consultar la guía que esta red creó para aprender a usar eBird.
Algunos consejos para el avistamiento de aves:
Mirarlas sin alimentarlas
Usar binoculares
Diferenciarlas en primera instancia por su tamaño
Apoyarse en aplicaciones como eBird o INaturalist para identificarlas específicamente
El documento ‘Aguas y nueva Constitución. Perspectivas y propuestas’, elaborado por la Comisión de Aguas del Foro Constitucional UC busca aportar al proceso constitucional en curso. La Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal participó en este proyecto interdisciplinario a través de los académicos Guillermo Donoso y Óscar Melo.
La multiplicidad de funciones y valores del agua, su realidad cambiante, dinámica y diversa, así como la escasez hídrica del país son factores de contexto que el documento ‘Aguas y nueva Constitución. Perspectivas y propuestas’, elaborado por la Comisión de Aguas del Foro Constitucional UC, identifica como algunos de los más relevantes para la deliberación constitucional sobre esta temática.
Dicha Comisión, coordinada por la profesora de la Facultad de Derecho Daniela Rivera, cuenta con la participación de los académicos de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal, Guillermo Donoso y Oscar Melo; quienes trabajaron con María Molinos y Sebastián Vicuña (Ingeniería); Francisca Reyes (Ciencias Políticas); y Raimundo Soto (Economía).
“En el Foro Constitucional los participantes de diversos ámbitos debatieron respecto a las propuestas desde un punto de vista sectorial. Un aporte importante desde la interdisciplina fue el reconocimiento de los diferentes valores que tiene el agua, lo cual es fundamental para una legislación constitucional inclusiva. La participación de la Facultad aportó a la construcción de políticas públicas al incorporar la visión y reflexión de los impactos de diferentes propuestas en el sector agrícola, productor de alimentos, que es el con mayor consumo de agua en períodos normales”, señala el investigador Guillermo Donoso.
En ese sentido, enfatiza el profesor Óscar Melo, “es importante entender que en una constitución no se puede regular todo el detalle, ni resolver todos los problemas, pero sí hay que entregar grandes directrices, por lo que vimos una oportunidad de repensar el funcionamiento actual que tenemos en Chile y cómo podría mejorarse”.
Así, el texto incorpora la importancia del agua desde la generación de alimentos hasta usos como la generación hidroeléctrica o la satisfacción de las necesidades básicas en las comunidades rurales a través de un diagnóstico sucinto y general sobre la situación actual de las aguas en Chile. Considera para ello aristas como las condiciones hidrológicas, el marco jurídico, el escenario político y social y la gestión hídrica, para luego precisar cuál es el rol de una Constitución en esta materia y sistematizar las principales temáticas que debieran ser consideradas en la propuesta de una nueva carta magna.
“[T]enemos una oportunidad muy valiosa para repensar y definir los estándares y principios que, desde esta norma superior, debiesen impulsar una ordenación y gestión más sostenible e integrada de las aguas”, señala la coordinadora de la Comisión, profesora Rivera.
Propuestas para una nueva Constitución
La primera propuesta que se presenta en el documento dice relación con la multiplicidad de funciones y valores del agua. Así, se sugiere consagrar, como principio orientador general y como criterio que debe ser respetado por el legislador, el reconocimiento de todas las funciones que las aguas cumplen y de los distintos valores que representan en la sociedad, los que deben incorporarse en los procesos de ordenación, planificación, gestión y toma de decisiones en materia hídrica.
La segunda propuesta es la consagración explícita de los derechos humanos al agua y al saneamiento en la Constitución. Se destaca la necesidad de entregar total claridad sobre el concepto y contenido de estos derechos, individualizando al responsable de su cumplimiento y la manera de hacerlos efectivos.
También es necesario, se lee en el texto, explicitar la naturaleza jurídica de bien nacional de uso público de las aguas, y, asociado a ello, los derechos, atribuciones y deberes genéricos tanto del Estado como de los particulares en relación con ellas.
Sobre los mecanismo y criterios de asignación de usos de agua, se propone que la Constitución consigne que podrán otorgarse, vía concesión, derechos de aprovechamiento, y que será la ley la que deberá regular este proceso, condiciones de ejercicio, limitaciones y extinción, en conformidad al interés público o nacional y teniendo a la vista el dinamismo propio de las aguas.
Por último, sobre la institucionalidad del agua, se propone especificar en la Constitución que la administración pública de las mismas debe ser ejercida por un organismo autónomo y técnico, con personalidad jurídica y patrimonio propio, ubicado fuera del esquema de la administración centralizada; en subsidio, que sea ejercida por un ente descentralizado, con personalidad jurídica y patrimonio propio, y con un mecanismo de designación que asegure su relativa independencia del gobierno o poder político de turno.
El Foro Constitucional UC es una iniciativa desarrollada por la Facultad de Derecho, en la que participan otras Facultades y académicos de la Universidad, cuyo objetivo es contribuir al debate constitucional y a la participación informada de la ciudadanía. Este proyecto nace a fines del 2019, a partir del desafío ineludible contribuir a la reflexión constitucional desde la academia, con una mirada interdisciplinaria de las distintas aristas que involucra la redacción de una nueva carta fundamental.
El estudiante del Magíster en Recursos Naturales, Juan Ernesto Izquierdo Pardo, defendió exitosamente su Tesis denominada: “Análisis de patrones de distribución espacial de individuos de inga sp. y cedrelinga catenaeformis aprovechables en los bosques tropicales de la Región Amazonas – Perú”, el día 19 de octubre del 2021. Los profesores de su Comisión fueron Horacio Gilabert, como profesor Guía, Marcelo Miranda y Patricio Pliscoff, como profesores informantes.