El estudio, desarrollado por Pablo Rodríguez en el marco del Magíster de Fisiología y Producción Vegetal, contó con el apoyo del proyecto FONDECYT N° 1181939 para el mejoramiento en la producción de este carozo.
Chile representa el 94% de la oferta exportada de los países productores de cerezas del hemisferio sur, siendo el tercer frutal más relevante a nivel país en términos de volumen y retornos totales, según un informe de IQonsulting publicado este año.
Dado este valor, la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal UC ha desarrollado un programa de mejoramiento genético del cerezo dulce, encabezado por los investigadores Juan Pablo Zoffoli y Marlene Ayala. En el marco de dicho proyecto, Pablo Rodríguez estudió el desempeño de una variedad de este cerezo dulce (Prunus avium L.), fruto de la combinación "Lapins" sobre "Colt".
El trabajo de Rodríguez seleccionó bloques de árboles al azar en un predio de San Francisco de Mostazal, en el valle central de Chile, los que posteriormente fueron sometidos a distintos tratamientos. Evaluó semanalmente su crecimiento, frutos, área foliar, y la relación hoja-fruto, además del rendimiento y la calidad de frutos en la cosecha comercial.
“Los tratamientos fueron: árboles sin aplicación de nitrógeno (control), aplicación de nitrógeno durante la etapa de división celular, aplicación de nitrógeno durante la etapa de endurecimiento de hueso, y aplicación de nitrógeno durante etapa de llenado de fruto”, explica Rodríguez.
A partir del estudio, se observó que la combinación comercial “Lapins” sobre el portainjerto “Colt” de cinco años (un año después de su entrada en producción) conducido en KGB (King Green Bush, una técnica frecuentemente utilizada en la zona central para hacer más eficiente la producción) requiere de algún tipo de regulación de carga a partir del sexto año. Esto, ya que, si bien la última producción obtuvo altos rendimientos con estándares de calidad exportables, estos no fueron de categoría premium o superior.
La tesis fue dirigida por la profesora Marlene Ayala y contó con el apoyo de Juan Pablo Zoffoli como profesor informante.