Cada vez son más las empresas de alimentos y bebidas en el mundo que se interesan por desarrollar nuevos productos que incluyan en sus ingredientes alimentos densamente ricos en nutrientes que contribuyan positivamente a la salud de sus consumidores. Por ello, no es de extrañar la creciente atención que ha generado en los últimos años el polen apícola cuyas propiedades nutricionales y terapéuticas le otorgan potencial excepcional como alimento funcional o superalimento.
Un innovador proyecto de investigación científica y tecnológica, liderado por la Dra. Raquel Bridi, académica de la Facultad de Química y la Dra. Gloria Montenegro profesora de nuestra Facultad, se centra en desarrollar un nuevo sistema de encapsulación nanométrico capaz de incorporar los compuestos fenólicos provenientes del polen apícola de especies nativas y cultivadas chilenas, que por sus propiedades antioxidantes pueden ser utilizados como ingredientes funcionales para fortificar productos alimenticios agregándole beneficios para la salud.
El polen apícola, explica la Dra. Bridi, "es un conglomerado de pólenes extraídos desde las flores por las abejas melíferas, los cuales son mezclados con secreciones bucales y luego transportados a la colmena en un compartimento localizado en su tercer par de patas". Por sus múltiples propiedades terapéuticas (antioxidante, antimicrobiana, antiinflamatoria, anticancerígenas, entre otras), y nutricionales el polen apícola ha ganado creciente interés en las últimas décadas como potencial ingrediente funcional. A través de este proyecto.- agrega la investigadora.- "se espera que los polifenoles nanoencapsulados tengan mayor estabilidad frente a las condiciones de procesamiento y almacenamiento y a la vez, produzcan un aumento de su biodisponibilidad oral".
El proyecto considera además de la innovación a través de un proceso nanotecnológico, el fortalecimiento y diversificación de la cadena apícola nacional y la conservación de la biodiversidad al incentivar a través de apoyo técnico y capacitación a los apicultores para que trabajen no solo con la miel sino que también con el própolis y polen apícola cuyo valor en el mercado es mucho mayor. "Estimulando la producción de polen por parte de los apicultores también se estimula la polinización de las plantas y la proliferación de abejas que es parte indispensable de la biodiversidad, más aún cuando trabajas con especies nativas", enfatiza la Dra. Bridi.
La puesta en marcha del proyecto está prevista para marzo de 2018 y considera en una primera etapa la obtención, tipificación y caracterización según composición química de diferentes muestras de polen apícola chileno producido a partir de especies nativas y cultivadas, así como la evaluación de la capacidad antioxidante y actividad antibacteriana de muestras obtenidas en las regiones de Valparaíso, O´Higgins y del Bio Bio.
La iniciativa cuenta con el financiamiento de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) del Ministerio de Agricultura y la participación como instituciones asociadas de las empresas Andes Nutraclinic y Badani y Guevara.
Investigación Periodística
Facultad de Química